La Artemisa es una de las plantas más poderosas; planta iniciática y reveladora de las claves del saber perdido.
La Artemisa debe su nombre a la diosa griega Artemisa, la gran protectora de la mujer, cuyos ritos más secretos estaban basados en las fuerzas ocultas de la madre tierra. Esta planta alquímica, por su estrecha relación con las energías telúricas y griálicas, fue la gran protagonista de la mayoría de los rituales y cultos dedicados a la diosa Artemisa (de ahí su nombre). Artemisa, conocida también con los nombres de Diana o Febe hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo y diosa Luna, como su hermano era dios Sol. Se consagró a la virginidad y pasó a ser diosa de la castidad.
Su máximo poder tiene lugar en los días de luna llena y en la noche mágica de San Juan. SU dia mas poderoso de uso es cualquier viernes antes del amanecer.
Para eliminar la energía negativa de los malos espíritus, en muchas partes de la península Ibérica, se lanzaban al aire flechas confeccionadas con Artemisa. En Galicia y otros lugares del norte, las curanderas aplicaban emplastos confeccionados con hojas de Artemisa para cualquier tipo de picadura. Los efectos resultaban asombrosos al decir de quienes los utilizaban. Las brujas le reconocían la propiedad para atraer el amor, recomendando a quienes desearan aumentar sus poderes de seducción llevarla prendida de la camisa. En muchas partes de la península Ibérica se elaboraban perfumes con las flores de Artemisa para preservar del mal de ojo a quienes los usaban. A través de las tradiciones de la noche de San Juan, y concretamente las que guardan relación con esta hierba, alquímica y mágica como pocas, volvemos a reencontrarnos con las reminiscencias y el recuerdo ancestral del Graal perdido, ya que la Artemisa, como revelan su tradición y sus claves ocultas, fue uno de los ingredientes secretos de esta codiciada bebida iniciática, que tenía el poder de sintonizar a los iniciados con la energía del Santo Grial a través del centro griálico del corazón y de los centros alquímicos del tercer ojo y de la corona.
Mas modos de USO:
Contra el mal de ojo y entidades negativas, hacer un sahumerio de Artemisa, echando la planta seca sobre carboncillos encendidos y esparciéndo el humo por el lugar, elevando una oración con el pedido y agradecer después a la planta y fuerzas superiores correspondientes. Hacerlo con la debida conciencia de lo que se está haciendo. Al defumar estamos invocando a fuerzas superiores para que nos brinden su ayuda, el propósito debe ser noble y verdaderamente necesario