Poderosa colonia atrayente de riquezas espirituales, y materiales, consagrada a la deidad de la aridad del Cobre Orisha del río y del amor, se adora en Oshogbo y Ekití. Es el símbolo del galanteo, la gracia, la dulzura y la sensualidad femeninas. Mujer de Shangó e inseparable amiga de Elegguá, quien la protege. Siempre acompaña a Yemayá. Vive en el río y asiste a las embarazadas y parturientas. Se le representa como una mulata bella, amable, buena bailadora, jaranera y siempre alegre, con el constante tintineo de sus campanillas. Es idónea para remediar, tanto como para provocar, riñas entre Orishas y los hombres. De esta diosa, se dice que salvó a Orula en cierta ocasión con pañuelos, ya que sus enemigos querían matarlo por envidia. Oshún se enteró de dónde estaba Orula prisionero y se presentó ante el carcelero, al cual emborrachó y endulzó con oti y oñí, y le hizo creer que estaba enamorada de él. De esta forma, le quitó las llaves y se introdujo donde estaba preso Orula, disfrazándole con sus pañuelos para sacarle. Según dice la historia, al quitarse el último de los pañuelos, quedó completamente desnuda ante Orula, quien, al verla así, se enamoró de ella, consiguiendo hacerla su mujer.
